Mucho más que un restaurante, Le Cercle des Voyageurs es un espacio dedicado al descubrimiento de destinos lejanos y sus culturas. El ambiente lo ilustra bien: mapas y globos dibujados en el techo, innumerables maletas y grandes fotos de África en las paredes, libros sobre viajes dispersos por todas partes… y grandes sillones de cuero que añaden una dimensión adicional: uno se siente bien, cómodamente sentado, casi como en casa. Un universo que invade la imaginación. Pero al fin y al cabo, ¿no es el viaje una forma de sueño?